GALLETAS CON CHIPS DE CHOCOLATE


Qué hay más bonito que tus niñas se metan contigo en la cocina y preparen unas deliciosas galletas? Pues la respuesta es que muchas otras cosas porque si no paran de pelear porque las dos quieren hacerlo todo y luego te dejan la cocina que parece un campo de batalla os diré que es mucho mejor llevarlas al cine... Bueno, en realidad se pelearon poco y lo hicieron bien pero cuando empezamos a hacer las formas las tuve que echar de la cocina porque no había forma humana de que entendieran que sólo tenían que coger un puñadito de masa y colocarla en la bandeja sin hacer bola, ni amasarlas porque al llevar mantequilla se les derretían y desintegraban con el calor de las manos...
Total, las galletas están deliciosas eso os lo aseguro, a ellas les han encantado y prácticamente no queda una. Aquí os dejo la receta.

Ingredientes:

- 150 g. de azúcar moreno
- 150 g. de azúcar blanquilla
- 125 g. de mantequilla
- 2 huevos
- 1 chorrito de esencia de vainilla
- 1 cucharadita de postre de bicarbonato
- 1 cucharada sopera de Nutella o crema de chocolate
- 340 g. de harina
- 125 g. de pepitas de chocolate

Elaboración:

Mezclamos el azúcar con la mantequilla que tendremos a temperatura ambiente para que sea más fácil mezclarla, a continuación agregamos los huevos uno a uno. Hasta que no tenemos el primero bien integrado, no añadimos el otro.
Añadimos la esencia de vainilla, el bicarbonato y la Nutella (la crema de chocolate es opcional pero le da un toque a avellana y chocolate que le queda muy bien al sabor final), removemos bien y vamos añadiendo la harina poco a poco hasta obtener una masa bien homogénea y sin grumos.
Por último añadimos las pepitas de chocolate, mezclamos bien y es el momento de coger porciones de masa, del tamaño de una ciruela pequeña y colocarla en la bandeja de horno sobre un papel de hornear, así tal cual, luego, al entrar en contacto con el calor, la masa ya coge la forma de galleta deseada. Hay que dejar bastante espacio entre montón y montón para que no nos peguen unas a las otras.
Introducimos en el horno bien caliente unos 10 minutos o hasta que veamos que están doraditas. Es conveniente no pasarse de cocción porque enseguida se tuestan demasiado. Nada más salir del horno todavía tienen una textura algo blanda pero al colocarlas sobre una rejilla de horno para que enfríen enseguida cogen la consistencia justa.
Ya tenemos listas las galletas, las que no os comáis, os aguantarán unos cuantos días en una caja metálica de galletas.

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