LECHAZO AL HORNO


Este fue uno de los platos de la cena de Noche Buena, no es por presumir, pero creo que cocinar la carne es una de mis especialidades y os diría que el secreto está en disponer de tiempo necesario para poder hacerla a fuego muy, muy lento y no marearla con demasiados ingredientes, ni con demasiadas especies, el resultado es una carne tierna como la mantequilla. Este plato casi siempre hay que hacerlo en honor a mi padre que disfruta como un enano cuando lo hago. Él se encarga de ir al matadero, trae la pieza y yo... a la cocina. Casi siempre trae cabrito pero en esta ocasión sólo había corderos lechales, se cocina de la misma forma, así que aquí os dejo los pasos a seguir.

Ingredientes:

- 1/2 lechazo (o la cantidad que se quiera, yo hice para 5 personas las dos paletillas y las dos piernas porque era pequeñito, sobró un poco porque había más cosas pero no demasiado)
- 6 dientes de ajo
- sal y pimienta
- Manteca de cerdo
- Vino blanco
- Aceite de oliva
- 1 puerro
- 3 zanahorias pequeñas
- 3 patatas hermosas

Elaboración:

Ponemos unas horas en adobo la carne untada en manteca y salpimentada, cortamos los ajos por la mitad transversalmente, los repartimos por encima junto con el vino y la regamos con un buen chorro de aceite de oliva virgen. Lo mejor es dejarla así desde la noche anterior, pero si no hay tiempo, como ha sido mi caso, lo hacemos unas horas antes y no pasa nada.
Encendemos el horno, la parte de abajo a unos 90º aproximadamente, introducimos la carne unas 3 o 4 horas antes, según el tamaño del animal y a esperar. De vez en cuando le vamos dando la vuelta y cuando sólo falte una hora para acabar la cocción le añadimos el puerro cortado en juliana y las zanahorias cortadas por la mitad y a cuartos, seguimos dando vueltas.

Las patatas las pelamos y cortamos en rodajas de 1 cm aproximadamente, las freímos un poco en aceite de oliva, sin acabar la cocción y las añadimos al asado unos 15 minutos aproximadamente para que se acaben de hacer en el horno y se impregnen del los jugos de la carne. Durante la última media hora subimos la temperatura de horno a unos 170º para que se tueste un poco por fuera y ya tenemos la carne lista. Os aseguro que queda como la mantequilla, no hace falta cuchillo para partirla, se deshace con el tenedor.

Comentarios

  1. Tiene una pinta deliciosa, a mi me encanta el cordero, pero en casa no les entusiasma, así que no lo puedo preparar tanto como me gustaría. Ay!!! ¡quién pillara un trozo de este!!!.
    Un biquiño.

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  2. En mi casa tampoco lo hago mucho, sobre todo lo hago por mi padre, pero la verdad es que cuando lo hago triunfa.

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