REVUELTO DE GRELOS Y GAMBAS

El otro día fui a comprar para hacer un cocido a una tienda de productos gallegos y encontré grelos, lo cual me dio una gran alegría. El grelo son las hojas que salen del nabo, bueno en realidad lo que compré son nabizas, que son las primeras hojas que salen a finales de año, los grelos propiamente dichos son las hojas y el tallo del nabo que se recogen justo antes de que empiece a florecer, momento en el cual deja de ser comestible.
Este plato me lo sugirió el pasado invierno mi cuñada Ana después de probarlo en un restaurante de Santiago de Compostela y ha sido un gran descubrimiento, es un plato exquisito, si nunca lo habéis probado os recomiendo que lo hagáis porque seguro que repetiréis, el problema es encontrar los grelos pero si los conseguís, ni lo dudéis.

Ingredientes:

(Para 2 personas)

- 1 par de manojos de grelos (menguan mucho al cocinarse)
- 250 g. de gambas peladas
- 1 diente de ajo
- 3 huevos
- aceite de oliva
- sal

Elaboración:

Lavamos bien los grelos y les damos un pequeño, hervor (simplemente escaldarlos un poco). Los ponemos a escurrir y tiramos ese agua. Este paso se puede saltar, pero el grelo es un poco amargo y así lo suavizamos bastante.
En una sartén ponemos a dorar el ajo cortado en láminas con cuidado de que no se nos queme, cuando empiece a coger color añadimos las gambas peladas, y las cocinamos ligeramente. Las retiramos del fuego, junto con los ajos y en ese aceite echamos los grelos bien escurridos y los dejamos que se vayan acabando de cocinar. Cuando prácticamente estén hechos añadimos las gambas, salamos al gusto y cuando las gambas estén acabadas de hacer añadimos los huevos ligeramente batidos. Removemos con la ayuda de una cuchara de madera, si vemos que se cuajan demasiado rápido retiramos la sartén del fuego y seguimos removiendo. El huevo no ha de hacerse demasiado porque si  no quedaría demasiado reseco y el revuelto no estaría tan bueno. En cuanto veamos que el huevo está cuajado a nuestro gusto, retiramos del fuego y servimos.