BRAZO DE GITANO DE YEMA Y CROCANTI

Este ha sido el postre para empezar con buen sabor de boca el fin de semana. Es un postre típico y sencillo, pero de los mejores. A mí el brazo de gitano relleno de nata me recuerda a la comida de los domingos en mi casa cuando era pequeña. Por la mañana salíamos al parque y antes de volver a casa nos pasábamos por la pastelería a comprar un brazo de gitano o un tortel de nata.
Por curiosidad acabo de preguntarle a google de dónde viene su nombre y parece ser que al ser un plancha de bizcocho en la que cuando se enrolla se deja por fuera la parte más tostada porque es la más lisa y por su forma alargada se le dio el nombre de brazo de gitano.

Ingredientes:

Para el bizcocho

- 3 huevos
- 3 cucharadas de azúcar
- 3 cucharadas de harina

Para el relleno

- 400 g. de nata
- 75 g. de azúcar
- 1 cucharada de azúcar avainillado

Para la yema

- 3 yemas de huevo
- 125 g. de azúcar
- 200 ml. de agua
- Esencia de vainilla
- 1 cucharada de maicena (puede valer 1 cucharada de preparado de flan que además intensificará el sabor  a vainilla de la yema)

- Crocanti de almendra para adornar

Elaboración:

Primero preparamos el bizcocho, para ello cogemos los huevos y separamos las yemas de las claras, montamos éstas últimas a punto de nieve con un pizquita de sal, cuando estén bien firmes añadimos el azúcar, seguimos montando, añadimos las claras y batimos otro ratito más. 
Ahora vamos añadiendo poco a poco la harina previamente tamizada, despacio, con movimientos envolventes para que no se nos bajen las claras. Extendemos sobre una placa de horno donde habremos colocado una hoja de papel vegetal o silpat (lámina de silicona) e introducimos en el horno previamente calentado a 180º. En cuanto el bizcocho se haya cocinado, sacamos del horno (hemos de vigilar y tener cuidado de que no se pase porque al tener un grosor de no más de 2 cm se hace enseguida y si nos descuidamos puede quedar duro y se nos resquebrajaría al enrollarlo).
Colocamos la plancha de bizcocho sobre un trapo de cocina limpio y lo enrollamos (se enrolla bizcocho y  trapo a la vez, no sé si me explico) así en caliente para que vaya cogiendo forma. La parte más lisa, es decir, la que está tocando la bandeja será la que hemos de dejar por fuera.

Montamos la nata junto con los azúcares, cogemos el bizcocho ya frío, desenrollamos y repartimos la nata por encima sin que llegue del todo a los bordes para que al enrollarlo no se nos salga.

Para preparar la yema tostada ponemos el agua con el azúcar y la vainilla (lo ideal es tener vainilla en rama, hacerle una incisión y dejarla infusionar, pero con vainilla azucarada también queda bien) al fuego hasta que coja el punto de un almíbar muy ligero. Por otro lado mezclamos las yemas con la maicena hasta que no queden grumos, añadimos el almíbar templado y volvemos a poner a fuego lento sin parar de remover hasta que la crema espese.

Una vez esté la yema templada cubrimos el brazo de gitano, lo espolvoreamos con azúcar y quemamos con un soplete (si no se dispone de soplete nos podemos saltar éste último paso y quedará muy rico también, pero la yema tostada gana muchísmo para mi gusto). Rebozamos con crocanti y listo.

La explicación es muy larga y parece engorroso, pero la vedad es que se hace en un momentito.