TORTILLAS DE HARINA

Las tortillas son a la vez pan y recipiente de muchos de los platos de la cocina mexicana tales como burritos, quesadillas, etc. En esta ocasión yo las hice para mi cena mexicana del viernes. Las suelo comprar, pero cuando tengo tiempo las hago siguiendo esta receta que saqué de un libro de cocina mexicana que editó hace años EL PAÍS. La receta original no lleva sal pero yo le añado porque sinó las encuentro muy sosas. De textura y de apariencia quedan igual que las compradas, pero no tienen ese toque dulce que tienen las que venden en los supermercados. A mí personalmente me gustan más las caseras, son menos pesadas, se asemejan más en sabor al pan blanco que comemos aquí. Con estas cantidades saldrán entre 8 y 10 tortillas.

Ingredientes:

- 250 g. de harina de trigo
- 1/2 l. de agua tibia
- 1 cucharada de manteca de cerdo fundida
- 1 cucharadita de sal

Elaboración:

Trabajar la harina en un cuenco hondo, con el agua y la manteca fundida hasta obtener una masa uniforme que no se pegue a las manos. Cubrir con un paño y dejar reposar unos 10 minutos.

Amasar un par de minutos más y hacer bolas de unos 4 cm. de grosor. Enharinar una superficie y con la ayuda de un rodillo estirar hasta coseguir una masa finita de 1 mm. de grosor aproximadamente y de unos 15 cm. de diámetro (en el libro pone que utilicemos una prensadora de tortillas, pero como como por aquí no es un artilugio muy común, nos ayudamos con el rodillo que da buen resultado también).

Calentar una sartén de hierro y cubrir el fondo con la tortilla, que evitaremos mover para que la entrada de aire no perjudique la cocción.

Darle la vuelta en cuanto los bordes empiecen a secarse (menos de medio minuto), mantenerla otros 20 segundos del otro lado y volver a girarla. Delarla otros 15 segundos al fuego antes de pasarla a una fuente cubierta con un paño limpio y húmedo, lo suficientemente grande para envolver las tortillas mientras las vamos colocando y haciendo.

La rellenamos de lo que se nos ocurra y apetezca y lista para comer.