CHURROS

Aquí os dejo el desayuno por excelencia de los domingos. En mi casa cuando éramos pequeñas mi hermana y yo, no todos, pero sí muchos domingos mi padre se levantaba e iba a la churrería a hacer cola para traer unos churros calentitos para el desayuno, mitad finos y mitad gordos, no sé cuáles me gustaban más... Así que cuando descubrí este aparatito me hice con él ipso facto. Es facilísimo de usar y obtienes unos churros auténticos de churrería. La receta no puede ser más sencilla.

Ingredientes:

- 1 medida de agua
- la misma medida de harina
- 1 pizca de sal

Para la cantidad que veis en el plato, que es ideal para dos personas, resulta con una tacita pequeña de desayuno como medida.

Elaboración:

Ponemos el agua y la pizca de sal a hervir, cuando alcance el punto de ebullición añadimos la harina de golpe, con la ayuda de una cuchara de madera removemos bien hasta que nos quede una bola de masa. Retiramos del fuego, rellenamos la churrera, ponemos aceite en una sartén y cuando esté bien caliente vamos añadiendo los churros. La masa la volcamos directamente en el aceite y la vamos cortando con la ayuda de una tijera según la medida deseada.
Cuanto están doraditos retiramos del fuego y espolvoreamos con azúcar.

Aunque no revolvamos la masa perfectamente no pasa nada porque la churrera ejerce mucha presión sobre ésta y evita que se formen bolsas de aire que son las que hacen que salte al freír.