PROFITERLOES RELLENOS





Aquí os dejo una receta muy rica y muy conocida de la repostería en general. A mí es un postre que me parece muy fino y me encanta. Cuando mi hermana y yo éramos peques en casa solíamos comprar "leonesas" (que era así come le llamaban en la panadería) rellenas de crema o nata  y nos encantaban. Es una masa muy fácil de hacer. Y que tiene la ventaja de que los que se rellenan de nata se pueden congelar y cuando os apetezcan, simplemente tendréis que preparar la salsa de chocolate y volcarla por encima. A mí me encanta que los profiteroles esté medio congelados y la salsa muy caliente para notar ese contraste entre frío y calor.
Esta receta la encontré hace muchos años por internet y aquí os la copio como la tengo en mi recetario, prácticamente con las mismas palabras, no tiene mucho misterio es una simplre masa choux pero encuentro que está muy bien explicada.

Ingredintes:

Para la Pasta Choux o Petisu (saldrán unas 60 piezas mas o menos)

- 1/4 l. de agua
- 100 g. de mantequilla. (También se puede hacer con manteca de cerdo. Suben más pero se quedan pegados al paladar y resultan menos finos).
- 150 g. de harina floja (de repostería)
- 2 g. de sal
- De 5 a 6 huevos medianos enteros

Para rellenar 60 profiteroles:

- 1 l. de leche
- 200/ 300 g. de azúcar. Depende de lo que os guste el dulce.
- 100 g. de harina floja
- De 4 a 8 yemas de huevos medianos.
- Una pizca de vainilla o canela.
- Piel de limón.

Para la salsa de chocolate caliente:

- 300 g de chocolate amargo
- 50 g de azúcar
- 2 dl de agua.

Elaboración:

En un cazo ponemos el agua, la manteca y la sal. Cuando el agua este hirviendo y la mantequilla este fundida, añadimos la harina de golpe y mezclamos enérgicamente con una cuchara de madera. Esto lo haremos hasta que la masa quede bien seca y se despegue de las paredes del recipiente formando una bola. Retiramos del fuego y dejamos enfriar unos 3 o 4 minutos.

Ahora iremos añadiendo los huevos uno a uno. Antes de añadir otro huevo, el anterior debe estar bien mezclado y la masa ha de estar unida, ésto es muy importante. Procederemos así hasta haber incorporado todos los huevos. Es mejor quedarse corto de huevos que largo. Así que al echar el cuarto huevo, comprobar la densidad de la pasta. Debe de quedar en un punto en que tomando un poco con la espátula, cae pero no de forma fluida.
Tomamos una manga pastelera con una boquilla rizada. Precalentaremos el horno entre 200 y 225º C. Untamos unas placas de horno con aceite, mejor de girasol. Escudillamos (es decir tiramos o ponemos con la manga) sobre las placas porciones de esta masa. El tamaño varia según gustos, lo normal es de hacer porciones del tamaño de una moneda de 3 cm. de diámetro y de medio cm de alto.
Introducimos en el horno durante 15 o 20 minutos. Es importante no abrir el horno durante la cocción, ya que pueden bajarse. Deben quedar doraditos, sólidos y huecos en su interior.
Dejar que se enfríen en un lugar ventilado y sobre una rejilla. Reservarlos.

Relleno:

Realmente podéis rellenarlos de cualquier cosa, nata montada, mouse de chocolate, fresa etc. También sirven para rellenar con patés, quesos o abriéndolos a la mitad con cualquier cosa que se os ocurra. Los podéis pintar con un poco de huevo y espolvorearlos con semilla de amapola o sésamo y darles otro golpecito de horno antes de rellenarlos. Yo los he hecho salados en más de una ocación cuando he tenido invitados en casa y quedan muy bien y muy bonitos.
Pero a lo que vamos, os pongo la receta de la crema pastelera que es una base importante en la repostería.

Ponemos a hervir la leche, con 100 g de azúcar, la canela y la piel de limón o vainilla. En otro recipiente ponemos la harina y el resto del azúcar. Mezclamos esto y le añadimos un poco de la leche hervida. Debe quedar una papilla. Ahora añadimos las yemas de huevo y mezclamos bien el conjunto.
Seguido, añadimos el resto de la leche colada, mezclamos y volvemos a poner al fuego. El fuego debe ser mediano y deberemos de mover la mezcla con una cuchara de madera continuamente para que no se nos pegue. El truco está en no cocer y mover demasiado para que la masa no tome liga.
Una vez que haya espesado, volcar la crema sobre una placa fría y ponedle por encima trocitos de mantequilla muy finos, para que no haga costra y quede más fina. Una vez fría, podéis guardarla en la nevera y utilizarla para muchas aplicaciones.

Para montar los profiterones pondremos la crema pastelera fría en una manga de pastelería, con una boquilla lisa y no muy gruesa. Coged un profiterol e introducidle la boca de la boquilla de la manga por su parte inferior. Presionad de tal manera que la crema rellena su interior.
Salsa de chocolate caliente:

Cocer el agua con el azúcar y añadir el chocolate, en trocitos. Fundir al baño Maria. Si queda muy espeso añadir más agua. Verter esta salsa caliente por encima de los profiteroles ya rellenos, justo antes de servirlos también se pueden espolvorear con un poco de azúcar en polvo.
Yo normalmente si los rellenos de crema, les espolvoreo azúcar glas y si si los relleno de nata les pongo el chocolate caliente.

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